Desde el branding a la creación de muebles y objetos. Ese es el amplio abanico de proyectos que desarrollan estos jóvenes diseñadores. Belleza y tecnología, perfecta fusión.
Ella es diseñadora gráfica, él, industrial. Se conocieron hace más de 10 años y aunaron talentos para formar un equipo creativo con una importante fuente de inspiración retro futurista.
Ambos lideran IK, un team multidisciplinario que, desde hace 5 años, abarca distintas ramas. Diseño grafico, industrial audiovisual y mobiliario.
Desde sus comienzos se abocaron a la imagen institucional de diversas marcas y a la puesta en escena de desfiles, ambientación de locales e iluminación.
En el año 2004 decidieron diseñar un diván y lo presentaron en la feria Puro Diseño. Un año más tarde tenían sus propios productos listos para la venta (bibliotecas, mesas y el ya famoso diván, en neoprene).
El leitmotiv de estos dos jóvenes creativos es el trabajo con la ilusión óptica. La idea es que los objetos adquieran volumen importante pero trabajado siempre con cortes planos que generan diversas formas al encastrarse.
La biblioteca surgió casi como un hecho escultórico, según cuenta Martín (unote los miembros del equipo).
Sus formas que parecen acerarse y alejarse cuando uno las observa. Evocando las décadas del 60 y 70 pero aprovechando las posibilidades de nuestra época.
Si bien la paleta básica se compone de rojo, negro y blanco, consideran que una casa debe tener color, por lo que agregan el amarillo y otras gamas.
Uno de los desafíos que afrontaron fue hacer una línea con desperdicios de madera que transformaron en productos de alta gama, explotando todas las posibilidades del material.
El leitmotiv de estos dos jóvenes creativos es el trabajo con la ilusión óptica. La idea es que los objetos adquieran volumen importante pero trabajado siempre con cortes planos que generan diversas formas al encastrarse.
La biblioteca surgió casi como un hecho escultórico, según cuenta Martín (unote los miembros del equipo).
Sus formas que parecen acerarse y alejarse cuando uno las observa. Evocando las décadas del 60 y 70 pero aprovechando las posibilidades de nuestra época.
Si bien la paleta básica se compone de rojo, negro y blanco, consideran que una casa debe tener color, por lo que agregan el amarillo y otras gamas.
Uno de los desafíos que afrontaron fue hacer una línea con desperdicios de madera que transformaron en productos de alta gama, explotando todas las posibilidades del material.
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