sábado, 23 de mayo de 2009

La era del hielo (Parte 1)


En el Ice Hotel, Suecia, la decoración está a cargo de diferentes artistas que trabajan sus obras a partir de enormes bloques de hielo. Así, por ejemplo, en el Cristal Hall del hotel, cuatro candelabros blancos iluminan las columnas transparentes.
Con estilo minimalista, el Ice Bar con sillones congelados, combinados con mantones de piel. Para quienes sueñen con celebrar una boda blanca, está la iglesia con formas orgánicas y cornamentos de ciervos tallados, al igual que las claraboyas tipo vitraux que le dan luz al ambiente.

Todas las habitaciones tienen una temática que los inspira. Así, Tjasa Gusfors creó la suite más lujosa de este hotel, imitando el paisaje lunar, con cráteres iguales a los del satélite terrestre.

Arte blanco
Todos los años, en Québec, se construye desde cero un hotel de hielo y nieve en forma de catedral.
La decoración, incluye obras de arte talladas, muebles y lámparas hechas con bloques helados que se renuevan anualmente en todas las habitaciones.

Con una superficie mayor a los 3 mil metros cuadrados, el Hotel de Glace tiene un salón de recepciones (N’Ice Club) dos patios internos y una capilla en la que se celebran casamientos.

A pesar de las temperaturas bajo cero del invierno canadiense, en el interior del complejo el calor se mantiene gracias a sus jacuzzis y chimeneas cerradas, que fueron especialmente rediseñadas para que tanto su estructura como el vidrio que recubre su centro no irradien un calor extremo que derrita las habitaciones.

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