jueves, 11 de junio de 2009

Guía del empapelado



Desde el punto de vista decorativo, las posibilidades son infinitas, gracias a la gran variedad de papeles disponibles en el mercado. Desde acabados tradicionales, que imitan efectos de pinturas, hasta papeles texturados o pintados a mano.

En cuanto a la calidad de los papeles, es conveniente saber que, aquellos que resultan más económicos, en general son también más delgados y frágiles. Por lo tanto, su colocación y manejo resultan un poco complicados. Además, son más propensos a desgastarse. De hecho, las consecuencias de uso se hacen evidentes en poco tiempo. Por todo esto, lo mejor es invertir en un buen papel, resistente y de buena calidad. Aunque resulte un poco caro, la duración y la resistencia en el tiempo de este material, van a justificar el gasto.

El tamaño estándar de los rollos de papel es de 10 metros de largo por 52 cm. de ancho. Pero, si decide compra un papel de tela, deberá solicitarlo por metro, tal como se compran los géneros.

Pero, las opciones en materia de papeles son aun más amplias. Algunos ofrecen un beneficio adicional. Esta variedad de papeles están tratados con un sistema que repele la humedad en distintos grados. Por ejemplo, los papeles vinílicos vienen con una cubierta de plástico que facilita la limpieza de toda la superficie. También es posible encontrar papeles que se pueden limpiar fácilmente con una esponja húmeda sin dañarlo en absoluto.

Por otro lado están los papeles texturados, ideales para cubrir imperfecciones en las paredes como pequeñas grietas. Además, los papeles con diferentes texturas brindan efectos sorprendentes, ya que soportan al ambiente un juego de colores y profundidades muy novedoso y agradable a la vista.

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