Práctique o no el mundo de la pintura y las bellas artes en general, el caballete puede ser un elemento que te permita tanto disponer de un lienzo para dar rienda suelta a tu imaginación, como convertirse en un original marco que sorprenda a todas tus visitas.
En este sentido debemos tener en cuenta la existencia de diferentes tipos de caballetes de pinturas, desde los tradicionales caballetes de estudio que incorporan una robusta base cuadrada de trabajo, hasta los más modernos caballetes en formato trípode. Eso si, siempre respetando el material madera, al menos como referencia para nuestro objetivo decorativo.
La posibilidad de incluir la tradicional caja para los utensilios de pintura nos ofrecerá la opción de disponer de un elemento de almacenaje a considerar. Aunque este elemento no suele ser habitual tampoco deberíamos tener mayores problemas para encontrar un caballete que disponga de él.
El acabado de la madera será clave para que este elemento encaje con la decoración del resto de la estancia. Una madera noble con un acabado en barniz oscuro puede resultar hipnotizante. Y si te gusta el bricolaje no te costará darle el tono adecuado.
No dejes de un echar un vistazo en internet en busca inspiración, encontrarás sencillos consejos para escoger un buen caballete de pintura, y las imágenes te pueden ayudar a hacerte una composición de la escena que quieres transmitir a tus visitantes.
Finalmente elegir una iluminación óptima puede ser la clave para destacar este objeto. En este sentido un foco puntual que ilumine exclusivamente el caballete puede ser la guinda del pastel. De igual forma el foco puede ser un apoyo interesante para el trabajo que realicemos con el caballete. Si piensas optar por un foco dedica cierto tiempo a escoger la ubicación adecuada ya que la posterior reubicación de estos puntos de iluminación suele ser farragosa.
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